Bienvenido-a!

Soy el padre Edwin Carreño Carreño, administardor parroquial del Santuario de San Francisco Javier y Nuestra Señora de Guadalupe.
Agradecido con Dios de haberme enviado a esta Comunidad como su sacerdote y pastor. Desde el Santuario te invitamos a que hagas y sigas siendo parte activa dentro de nuestra familia parroquial. Como nos enseña San Francisco Javier:

“Danos, señor, un corazón generoso y misionero para ser sal y luz en la tierra y llenarlo todo de tu amor”.

Pertenecemos a la gran Familia de Dios La Iglesia, sirviendo juntos, encontraremos gran alegría en el trabajo de Dios aquí en la tierra. Te invitamos y te animamos a que te unas a nosotros mientras oramos, trabajamos y celebramos el gozo de vivir nuestra fe.

Si hay algo que podamos hacer para ayudarte en tu camino de conversión y relación con Dios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestra parroquia se ha destacado en ofrecer muchas oportunidades para que sus feligreses se reúnan en la fe. Sin embargo, si existe una necesidad personal o familiar que requiere atención especial e individual, ten la certeza que nuestro personal parroquial siempre está aquí para ayudarte.

En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad. (Rm 12,11-13).

Estamos en un continuo crecimiento espiritual y humano para que encuentres calidez y felicidad en nuestra parroquia y esperamos conocerte personalmente para que juntos sigamos edificando el Pueblo de Dios, la Iglesia que el Señor Jesus nos ha confiado. Dios te bendiga a ti y a tu bella familia, Nuestra Señora Migrante te proteja de todo mal y peligro.

Mi corazón en amarte eternamente se ocupe. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.

Cordialmente,
Padre Edwin

“Haz todo con amor”
– San Pablo
1 Corintios 16:14

San Francisco Javier es una comunidad Católica Romana, consagrada a Jesucristo, por María, con cuidadoso amor el uno por el otro. Nosotros nos comprometemos a los Sacramentos vivientes, celebrar la liturgia juntos, y una vida de oración en comunión con los Santos. Con el poder del Espíritu Santo, predicamos el evangelio, servimos a la comunidad, y somos testigos al mundo